19.10.07

¡Buh! Que viene el Ecologista

El mundo me parece cada vez más extraño. Los roles cambian, y quienes eran antes perseguidos, ahora son los perseguidores... y al revés

¿Por qué de esta reflexión? Pues voy a ser franco: estoy hasta las narices del Eco-escepticismo. El Eco-escepticismo es una nueva postura (de la que ya hemos hablado varias veces sobre todo en los problemas del Cambio Climático), quizás alimentado por el neo-con ("y la mega-chupi-super-libertad de mercado"), en que se postula que todo son patrañas, que el Planeta Tierra no necesita protección... A aquellos que, fervientemente lo defienden, me gustaría recordarles una cosita: uno de los mayores neo-con (y también Eco-escéptico) es George W Bush, que entre otras cosas es creacionista y fundamentalista religioso, y su postura se basa en que Dios es bueno y no nos puede hacer daño. Dejando consideraciones religiosas o políticas a un lado (así como el presunto cretinismo de Bush) vamos a hacer un poco de análisis al Eco-Escepticismo.

Es difícil saber cuándo nació el ecologismo. Ya en el romanticismo se empezó a idealizar los parajes naturales (aparte de cementerios e iglesias en ruinas) , durante el auge de los nacionalismos del siglo XIX (no confundir con los actuales) se empezó a estudiar el patrimonio natural de cada país para mayor gloria de su patria. Como consecuencia de estos movimientos aparecieron la primera conciencia más "naturalista" que ecologista.

No obstante, tenemos que avanzar bastantes años hasta la década de los 60 aproximadamente, cuando desde el pacifismo nace una corriente de "amor" a la madre tierra. Este amor va a tener fundamentalmente dos hijos, la New Age por un lado (lagarto lagarto!) y el ecologismo (aunque de un tipo más emocional que científico).

Si hay que dar una fecha para el nacimiento del ecologismo "científico", tarea bastante difícil porque muchos estudios se estaban desarrollando en ese momento, es 1962, año de la publicación de Primavera Silenciosa, donde se advertía de los riesgos de determinadas sustancias químicas.

Con unos ideales verdes, y una base más o menos científica, el ecologismo va a estar presente desde entonces en nuestra sociedad, con mayor o menor influencia sobre la vida cotidiana. Y ¿qué es lo que ocurre? Pues que como en todo sitio que haya algo de ideología de por medio, aparece la irracionalidad por la que muchos grupos ecologistas se caracterizan.

Junto a la evolución de los ecologistas (tengo en mente un post sobre los cambios de "el principal problema ambiental de nuestra madre Tierra), la Ciencia (la de verdad) ha ido avanzando en el campo del conocimiento de los ecosistemas, hasta el punto que hoy en día tenemos una visión bastante completita de los ecosistemas (aunque ni mucho menos suficiente). Así, tenemos un ejército de Científicos Ambientalistas (y no ecologistas) que pueden decidir sobre lo que se puede o no se puede hacer.

Los Ecologistas se han ido radicalizando y enquistando en muchos aspectos y sectores, esto ha hecho que no siempre hayan tenido muy buena fama. Pero parece que últimamente están teniendo más éxito, entre otras cosas por el gran auge del Cambio Climático. Me gustaría recordar, que el mérito no es de los ecologistas, aunque sean ellos quienes se pongan las medallas, sino de los Científicos Ambientalistas. Y aquí aparecen los eco-escépticos.

Aunque eco-escepticismo ha habido siempre, puestos a dar una fecha de nacimiento, pongamos que es 2004, con la publicación de la novela "Estado de Miedo" de Michael Crichton. El mayor error de este libro es meter en el mismo saco a los ecologistas y a los científicos.

Cuanto mayor ha sido el ecologismo, más fuerte y radical ha sido el eco-escepticismo. Y otro fenómeno que me parece bastante curioso, para colmo hay chaqueteros (que se cambian de bando). Un elemento que está casi siempre presente en cualquier postura fundamentalista son las conspiraciones: cuando los argumentos no se tienen en pie, pues te sacas una conspiración, cuanto más rocambolesca posible mejor, y listo, a rodar.

Hace cosa de 20 años, la gente estaba muy convencida que las petroleras tenían una especie de hermandad maligna, y que celebraban rituales satánicos en los que devoraban gatitos y quemaban vivo a los sucesivos inventores de motores de energía infinita. Hoy la cosa ha cambiado, pero aunque los nombres sean distintos, la conspiración sigue siendo la misma (e idénticamente estúpida).

Los malos ahora son las nucleares, sí aquellas que los ecologistas desterraron hace tiempo, porque quieren ganar terreno, y promoviendo lo del cambio climático consiguen que la gente empiece a temer más el petróleo que nuestro amigo el uranio. Y para esta malvada operación, pues ahora van de la mano de los ecologistas.

Veamos señores: ¿en qué cabeza cabe que los ecologistas puedan ponerse de acuerdo con las nucleares?. Las conspiraciones no existen y los reyes magos son los padres. Si se ha puesto de moda ahora el calentamiento global es porque se ha puesto de moda, y no porque nadie lo esté alimentando de forma interesada (políticos aparte, claro)

Y vale, seamos un poco generosos y aceptemos que existen conspiraciones: es igualmente probable que exista una que exista otra. Pero en este sentido, ¿quién podrá tener más interés en desacreditar al otro: la nuclear o la petrolera? Pues me da a mi que la petrolera, ya que son los que tienen más que perder. Aún así, os recuerdo que no hay que pensar en conspiraciones.

En fin, estaré encantado de leer vuestros comentarios y seguir discutiendo sobre el asunto. Por cierto, NO soy ecologista, sino científico ambiental (más concretamente ambientólogo), pero los eco-escépticos me parecen tan payasos como los ecologistas.

12.10.07

Premio Nobel de la Paz para Al Gore

Bueno, y también para el IPCC.

El antiguo vicepresidente de los EEUU, candidato demócrata durante las elecciones de 2000, premio Oscar y premio Príncipe de Asturias por Una Verdad Incómoda... , Al Gore, ha sido elegido para recibir el premio Nobel de la paz de 2007, precisamente por Una Verdad Incómoda y sus esfuerzos por difundir el problema del Calentamiento Global y la conciencia ambiental. Así mismo, también lo ha recibido el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (o IPCC) por la misma labor.

Ya hemos hablado bastantes veces sobre Calentamientos Globales e incluso sobre el mismo documental de Al Gore. Vaticino polémica, ya que un Nobel se da tras muchos años de esfuerzo y no por un documental.

Sin embargo, hay que reconocerle a Al Gore que sus esfuerzos por difundir el calentamiento global ha dado resultados: hoy en día parece que "está de moda" hablar de Cambio Climático, pero también el problema de conservación ambiental ha calado y mucho en la sociedad.

Mis más sinceras enhorabuenas a Al Gore (aunque sigue pareciéndome un poco... surrealista... que le hayan concedido el Nobel a la paz). Les recomiendo que vean Una Verdad Incómoda, pero desde una óptica crítica y dispuesto a plantearse lo que se dice.





PD: Señores del Nobel, yo también intento difundir la conciencia ambiental, ¿no podrían dármelo a mi también?

2.10.07

Lemoniz y la moratoria nuclear

Este fin de semana he tenido el placer de visitar San Sebastian en compañía de mis colegas CPIeros. Muchas gracias a tan magníficos anfitriones, Igoretas y Bosqui, me he traído de Euskadi muy buenos momentos. Entre muchas historias que nos han contado, una de las que más impactados me han dejado ha sido la de la Central Nuclear de Lemoniz.


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Lo reconozco, soy demasiado jóven para recordar de primera mano los acontecimientos que precedieron a la moratoria nuclear, y quizás por ello, la curiosidad me ha llevado a escribir este post. La historia de Lemoniz es triste, y demuestra una vez más lo irracional del ser humano. No voy a entrar en valoraciones políticas, eso se lo dejo a quienes quieran perder el tiempo, y en este blog sólo nos preocupamos del medio ambiente y de la ciencia.

Por todos es sabido que España no es actualmente ninguna potencia nuclear, ya no armamentística, sino energética. Sin embargo hubo un ambicioso proyecto para desarrollar extensamente la energía nuclear por el territorio. Podemos poner una fecha: en 1948 (tan sólo 3 años después de la bomba de Hiroshima), un grupo de científicos y militares funda la Junta de Investigaciones Atómicas, con el fin de sacar partido las reservas de Uranio que hay en España, y posteriormente la Junta de Energia Nuclear (JEN). Los primeros reactores experimentales no tardaron en llegar, como el ARGOS, el ARBI o el JEN-I. La primera central nuclear operativa fue la José Cabrera, en 1968, que ha estado operativa hasta 2006. Seguidas de Garoña, Almaraz, Ascó, Cofrentes, Valdellós y Trillo, construidas todas ellas entre 1970 y 1987. En total 10 reactores de los cuales permanecen activos tan sólo 8.

La opinión pública es bastante susceptible, y no fuimos ajenos a dos episodios que determinarían la política energética de este país. El primero de ellos fue la Crisis del Petróleo de 1973, cuando la OPEP decidió cerrar el grifo a las exportaciones de petróleo (y ojalá hubiera sido al menos por motivos ambientales, pero otra vez la irracionalidad del género humano nos depara desagradables sorpresas). Toda la economía del planeta se resintió, demostrando somos muy dependientes del petróleo. Claro, era necesario buscar nuevas fuentes de energía, y en el punto de mira estaba la energía Atómica.

Mucho impulso se le dio al desarrollo de la energía nuclear en nuestro país, muchas de las centrales actualmente operativas se construyeron en esa época y se invirtieron grandes capitales para el desarrollo de nuevos proyectos. Pero entonces otro suceso histórico le estalló a la cara de las eléctricas: Chernobil. (os recuerdo que la Chernobil no estalló, es una metáfora)

La creciente reticencia de la población ante la energía atómica estaba poniendo las cosas difíciles, pero Chernobil las volvió imposible.

Cinco reactores se quedaron sin terminar: Lemoniz (I y II), Valdecaballeros (I y II) y Trillo (II). Y aquí es donde comienza la triste historia de Lemoniz.

Lemoniz nunca contó con el beneplácito del pueblo vasco. Se constituyó una Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear que movilizó al pueblo en contra de esta obra. Hasta ahora todo bien, al fin y al cabo la participación ciudadana es un elemento clave en la política ambiental. El problema surgió cuando la banda terrorista ETA (o ejército de liberación, me da igual como queráis llamarlo) hizo suya la causa antinuclear. Consecuencia, un incremento en la violencia: dos bombas en las obras de construcción que causaron la muerte de 3 obreros, constantes actos de sabotaje, la muerte de un etarra cuando intentaban adentrarse en el cuartel de la guardia civil, la muerte de un activista antinuclear en una carga policial... son actos que nunca, jamás, justifican absolutamente nada. Lo que consiguió ETA fue deslegitimar el movimiento ciudadano.

Pero lo que culminó el cúmulo de despropósitos fue el secuestro y posterior asesinato del Ingeniero Jefe, Jose María Ryan, en 1981. Aunque la obra se encontraba paralizada, aún se cobraron otra víctima más, Ángel Pascual Múgica, en 1982, director de la sociedad que intentaba terminar el proyecto.

El fin no justifica los medios, y ninguna vida humana, sea del color político que sea, vale menos que las ideas anti o pro nucleares.

Los sucesos de Lemoniz fue una de las causas que determinaron la moratoria nuclear, en 1984. La Moratoria consiste en una paralización de los proyectos nucleares por un tiempo indefinido. Esta moratoria ha causado a las eléctricas unas pérdidas estimadas en más de 700 mil millones de pesetas (más de 4 mil millones de €). De hecho, para compensar esta pérdida, en nuestra factura de la luz viene incluido un canon dedicado a "devolver" este dinero a las empresas eléctricas. Pero esta no es la única consecuencia, el estado español tuvo que forzar un incremento en la producción eléctrica en otros sistemas de generación, como la hidroeléctrica o la térmica. Y, por ironias de la vida (o mejor hipocresía, diría yo), le compramos unos buenos MW a Francia, que sí usa extensamente energía nuclear (y sin ningún pudor). Pero no todo es negativo, ya que también ha permitido el desarrollo de energías renovables.

Ahora estamos en un punto en el que se ha reabierto el debate energético: las reservas de petróleo no durarán para siempre, y hay que tener en cuenta que el petróleo es mucho más útil para otras muchas actividades (¡¡hay quien dice que quemamos diamantes!!), el carbón es sucio (y más que le pese a algunos puede ser hasta radioactivo). Tenemos que plantearnos nuevas fuentes energéticas que nos permitan emanciparnos de los combustibles fósiles y si no queremos prescindir de todo nuestro consumo energético, tenemos que plantearnos seriamente usar energía nuclear. Pero eso me dará para otro post sobre el NIMBY...

Mientras tanto, el caparazón de hormigón de la Central de Lemoniz seguirá recordándonos lo que pasó en los años 80, siendo testigo mudo de nuestra irracionalidad.

Alugnos Links:
Wiki de la Central Nuclear de Lemoniz
Un Mundo Técnico: post en que reflexiona sobre las consecuencias de la moratoria
Manual de Tecnología nuclear para Periodistas (pdf)
Lemoiz Apurtu: web antinuclear pero con una cronología detallada de Lemoniz